Pensamientos ajenos.

Ella trata de visitarlo todos los domingos, trata de que el mire su interés, lo abraza, le sonrie, el, la hace reír tanto, hace que aprenda cosas, sus abrazos son especiales, cocina muy bien y la trata de una manera exquisita.
Siempre que llega la gente la ve extrañada, ve que siempre llega a su casa entra y se queda hasta casi oscurecer, el sale ebrio, y le toma de la mano, a ella no le importa, solo 1 vez a la semana no puede producir tanto daño, además; cosas peores han pasado, esperan el camión y siempre que le dice hasta pronto y pisaba el primer escalón el ya empieza a llorar, pero serio; le duele, pero no podía hacer nada.
le decían que estaba loca, que es un perdida de tiempo, que si que caso tiene, 1 hora de camino, para verlo, para que siempre fuera lo mismo.
Así han pasado 3 o 4 años, durante 1 o 2 años de esos, la gente pensaba lo peor, la ven mal, y a el también, era anticuado, la ven con paquetes que le regala de chocolates, o de galletas, hasta que un día que ya casi llegaban a la parada de el camión:
-¿Buenas señora como esta?
- ¿Bien Bien y usted oiga?- mientras mira a ella con seriedad.
- pues aquí no más acompañándola a la parada que ya se me va otra vez.
- oh ya veo, muy bonita la muchachita, ¡¿ que es de usted?! – Mientras lo ve directo a los ojos como si fueran dos colmillos con veneno, el se pone nervioso y hasta se siente avergonzado.
-Es mi hija.
- ….!
-ya sé no se parece a mi ella esta muy bonita.
-….

Desde esa vez, cada vez que la ven la miran extrañados pero ya no con austeridad, y es que ella con todos los defectos que el tiene, no puede abandonarlo, el le dio la vida.