¿Que te haria feliz?

¿Qué carajos quieres? ¿Qué te haría feliz?
Que te ponga atención, que caso tiene pregúntame yo, si tenemos ideas tan diferentes que siempre acabamos molestas y con algún sonido (portazo, golpe a la mesa, etc.) que da un fin rotundo.
Que te de consejos, lo mismo digo, siempre dices que soy una cabrona pendeja, morra hija de la chingada y que por eso estoy y estaré sola, por pinche insensible.
Que te acompañe en tus ondas, ¿a que?, ya te dije de mi misantropía y me tiras a loco.
Luego me pides que compartamos tiempo, no tiene caso, tu no sabes de Lewis Carrol, de manu chao, de mi música infernal, de mi manera tan procaz de ser, y mi morbo contaste, dices que estoy loca y soy bien mamona, yo opino que eres una puritana y que no va eso de andar leyendo salmos, darme golpes de pecho, si escondido tengo el libro de Julieta, y en mi carpeta tengo dibujos de Zichy. Que te tenga paciencia, ya te la tuve cuando vi como deliberadamente mi primera pintura bien hecha fue para ti y tu.. la guardaste en el armario y dijiste que no era muy bonita, pero igual me diste las gracias, y el otro de los “delfines grandotes” lo regalaste a mi prima de 10 años, no sabes con que vehemencia lo hice.
Cuando te hablo de romanticismo te quedas con un sonrisita, de –fijate, ahora yo-, sin interesarte a que lleva, y por qué me gusta, o haces un mm, largo e intento hacértelo saber y me quitas la palabra de la boca para hablar de tus problemas con tu pareja.
El oírte constante, no te basta, el que te apoye te molesta, el que te trate de corregir, te irrita, el que tenga la razón te hace llorar.
Te molesta mi fantasmal presencia, te molesta mi gusto por el arte pictórico y no por la danza contemporánea (tu sueño guajiro); te molesta que no le diga buenos días a una momia que me ve el trasero, ¿A dónde lleva esto?
Tengo 19 años estoy bien pendeja y tu quieres que te solucione la vida, No se ni lo que yo quiero.