Arruiname la mañana

Despierto de una manera cálida pero con el aire acondicionado, golpeando en frío.
Hay plenitud, picardía, arrepentimiento y una especie de plenitud; la incertidumbre abre su changarro en la parte más alta de mi cabeza. Me siento libre, me siento tranquila veo la ventana donde se cuela la luz de una mañana precoz, son las 7 am y parece ser las 11, el sol se mira cruel.
Estoy tranquila, estoy plena, estoy riendo.
Salgo con lagañas y un ardor estúpido en los ojos, sudo, camino, estoy tranquila, sonrío, una sonrisa de gratitud, de complicidad y camaradería, estoy feliz.
Bebo té barato, abro, trago y le doy un sorbo, tiro el envase de estúpidez, de tumores, de cáncer, de muerte, estoy tranquila.
Llego y se empiezan a caer las tejas, se empieza a deshacer la cama, los perfumes se rompen, las esperanzas se ensucian de petroleo, los sueños de lodo y estiercol, mi felicidad se va volando con globos de helio de san valentin y feliz cumpleaños en domingo. Me arrancan el placer y la libertad. Duele. Y se me olvida mi situación real, me siento miserable