Let the Wild Rumpus Start

Hoy el día fue asqueroso, al menos en su comienzo, quizás el desenlace sea más interesante.

Como de costumbre cuando las cosas marchan putamadrebienmal tiendo a dejar que mi cerebro explote y todo me valga madre (literal).

Estaba desparramada en el asiento del camión el cual venia bienpinchelleno y yo tenia el nudo de la garganta en el estomago haciendo gruñidos por mera hambre; veía mi reproductor y busqué algo más ameno, ya que escuchar “por el suelo” de manu chao, no, no servía para hacerme sentir bien (Drama queen intensivo).

Encontré la de “rumpus” soundtrack de where the wild things are; la seleccioné y escuche el mini diálogo del inicio, cuando el niño grita “let the wild rumpus start” pensé en que me gustaría tatuarme eso; sería divertido, al menos un tatuaje de tinta falsa que se cae con salivita, a los 15 días, I guess.

Luego examiné mi cuerpo, una tarea no muy grata para pensar donde estaría bueno.

El pecho, si a huevo siempre se ve chévere algo en el pecho, me veré más sexy, aun que muchos crean que eso es imposible, no, pero, no, las cosas en el pecho deben de tener colores, si no, no cuaja; changos, ¿brazo? No, ¿pierna? Iugh, ¿lomo? No, si, espalda baja, si, el clíche, pero no sería trival, sería “Let the wild rumpus start” mmmmh, mmmj, mjsjsjsjs, jijiji, jajajajaajajajajajajajaa.

Sería divertido llevar un pantalón a la cadera agacharte un poco por algo y eso apareciera asomándose por encima de tu pantalón.

Ui, que cochinota.

Decidí que yo no me haría eso, ¡PERO!, me sería algo muy randomsexy ver a una chica con eso tatuado, al menos si yo fuera su novio sería un deleite, si, ella recargada en un angulo de 90° y de repente su espalda me gritara “let the wild rumpus start”.

“Eres de lo piooooor”, oh bien, “- Somos hijo, somos. - Ah! Padre ¿asté también?”

Nos vemos en el infierno.