Drama

Me doy cuenta que a través del tiempo, y de los pocos recuerdos y experiencias palpables, de mi cerebro y mi cuerpo me doy a la tarea de manera inconsciente de acceder a llamarme sobreviviente, en veces cuando me encuentro sola en una de las bancas publicas de la ciudad, medito; y me siento como un demonio de Tasmania en la tundra, tirado sin ni un tipo de misericordia por que ese demonio fue muy estúpido y poco capaz de protegerse a si mismo, no se dio a la tarea de estar totalmente alerta y darse cuenta de la trampa que se había planeado para su caza, y deseoso de saborear sin esfuerzo un buen cadáver, un buen y enorme cadáver, accedió sin si quiera olfatear un poco.

Ahora en la tundra donde el hielo calcina las patitas si te quedas mucho tiempo observando y eres devorado por ser muy negro y por ende fácil de ver y asi fácil de cazar, corres salvajemente, ferozmente queriendo jadear, pero no puedes, por que llevas entre los colmillos llenos de saliva a tu único alimento, el alimento que hizo que estuvieras aquí irónicamente por ahora es tu salvación, ¿Por qué?, al no estar nunca, jamás en contacto con ese hábitat, al ser nuevo y estar azorado, no tienes idea de donde buscar tu alimento, nada, ni siquiera de a quien podrías pedirle indicaciones.

Gracias a tu desesperación y miedo alcanzas a encontrar una guarida, pero no es muy buena, es fría, te duele el cuerpo, y sientes la garganta seca, la lengua esta muy pegajosa de lo seca que se encuentra, tus colmillos tienen una sensación graciosa por lo mismo, miras el cadáver, y mascas, sientes los chorros de sangre como humedecen toda tu boca y es una sensación agradable, cuando llevas una buena porción de lo único que te queda, retrocedes, masticas lo que tienes en la boca mientras vez lo restante; ¿Qué he hecho?, es todo lo que me queda, no hay más, por ahora no, quizás para mañana tampoco.

Tragas el pedazo que tenias en la boca y sigues mirando el alimento, miras el paisaje del que ahora eres habitante, y bajas la mirada, te sientes muy palurdo, muy idiota por dejar que ese pequeño placer de tener algo sin esfuerzo, te había arrebatado todo.

Volver a empezar es la única opción, lástima que tú detestes tanto la idea, sin más, duermes.

Así se van los días, semanas, meses; en un momento dado, por la tristeza, o bien distimia, la soledad, vas decayendo, y tienes que sobrevivir despedazando ese alimento que te llevo a eso, desmembrándolo, comiendo un poco de lo que sea, pero solo un poco, un nervio, grasa, quizás solo pelo, solo quieres que pase algo por tu garganta, ya que por lo frio, lo congelado, no tiene sabor y no es agradable.

Así siento que me a pasado a mi pero con mi vida, desmiembro los recuerdos, los despedazo, los rasguño les saco todas las entrañas y doy una probada, para poder sonreír, y recordar lo que era algún tipo de experiencia, hoy siento que soy un fantasma, un tío de Casper, comen y ni pueden digerirlo, beben y no pueden saborearlo ni mixionar, es extraño, ya que e estado así mucho tiempo y no me había dado cuenta, sustituyo muchas cosas, y si no las recuerdo y hago como si las hubiera vivido hace muy poco, las sazono un poco para que tengan mas ritmo.

No sé, es complejo vivir así, muchas veces lo mismo. Agotador.