Tu te aventuras, Yo te distraigo

Tuesday, August 10, 2010

Trabajar es.

Bueno, no se por qué pero debí de haberlo hecho hace tiempo, desde que comencé.
Es mi primer empleo, por qué ahora me di cuenta que lo necesito, por que soy como cualquier otro estúpido ente con necesidades estúpidas, y que al final, no son necesidades, aparte de otra cosa que en la que estoy metida, que lo explicaré en la próxima entrada, lo sé, soy muy buena y me encanta dar detalles, como toda buena hembra.
Todo comenzó en un asiento en un puestecillo de comida rápida y bebidas, acompañada de una amiga, un periódico y una cartera nueva con un chingo de solicitudes de empleo y con todas las ansias de trabajar como negro a cambio de un plástico que te diera mucho mucho dinero.
Estuvimos llamando, recorriendo, sudando, sufriendo, tostándonos bajo el sol sonorense, dejando las solicitudes por unos lugares, y por otros, pues no, por qué no eran muy buenos, además de que varios de los empleos que tenían ganancias muy satisfactorias terminaban siendo masajistas para caballeros, yo misma lo comprobé llamando:

- Buenas tardes (voz quedita y muy sensual)
- ¡Hola! Disculpe llamo para tener información acerca del puesto que solicitan en el periódico sobre atención a cliente.
- Ah.. em.. si… deste, se trata de una sala de masajes para caballeros.
- Oooh.. ¿y solo son masajes?
- No…
- Ah.. gracias, buenas tardes.
Y así, seguí la ardua búsqueda por un empleo, sinceramente nunca imagine que fuera tan difícil, no pedía nada, solo un pago justo por 8 hrs.
Me dieron la estúpida y fantástica idea de dejar solicitud en Liverpool. Pensé que sería inútil ya que yo soy joven, torpe, ingenua, sin experiencia, y no sé mucho de trato a cliente.
Increíblemente me llamaron al segundo día. Fui, y todo fue tan rápido que ni cuenta me di de lo mediocre que era mi paga. Y así es como empecé a ser la encargada de vinos y licores, ¿Qué demonios? Por qué justamente de esa área, hasta sentí que leían la mente, o algo así. Sentí un poco de miedo y risa por dentro. Mi experiencia en Liverpool ha sido de lo mas diferente a lo común, o bien al menos a lo que yo imaginaba, para empezar, desde el segundo día empece a sentir malas vibras con mis compañeros, mi jefe y su estúpida forma de ser, y lo ridículo que el me a parecido desde la tercera o cuarta vez que lo vi. La mancuerna de mi jefe, que es una mujer bella pero con un toque de cansancio y prepotencia que no soporto así como soberbia. Y me desespera ciertamente me desespera mucho, recuerdo el primer día que la vi, yo estaba recargada en uno de los muebles donde están los vinos y ella me vio de pies a cabeza escaneándome mucho, claro, se detuvo en mi cabello, no tenia mechas, no tenia listones, no tenia el cabello rubio y la raíz negra, no tenia destellos platinados y un color chocolate, maldita sea ni siquiera tenia el pelo planchado ¿ que clase de chica era?.
- Así que tu eres la nueva señorita de vinos y licores.
- Así es.
- ¿como te llamas?
- xxxxxxx.
- ¿Y nunca habías trabajado? No lo puedo creer, xx años y nunca habías trabajado? ¿pero por qué? No entiendo. (cara escandalizada, voz más aguda y risa sarcástica, mirando a los demás para que le siguieran el rol, girando su cabeza hacia todos lados buscando la aceptación que obviamente tuvo en un dos por tres, por ser jefa).
- No lo sé, nunca lo había necesitado, lo había pensado y e dejado varias solicitudes, pero hasta hoy considero que puedo dar lo mejor de mi en un empleo y me siento capaz de lograr lo que se me pida sin titubear en base a mis estudios así como mis diferentes experiencias, en fin, me siento segura de mi misma, creo que es algo muy importante al emprender cualquier tipo de proyecto, sea cual sea el fin (si, así hablé, y así contesté por el solo hecho de que me atacó y me molestó su forma de ser, me vio muy seria y algo molesta, por que se dio cuenta, de que no me quedaría callada, nunca)
- Mm, pues sí. ¿y como te sientes?
- Aun no lo sé solo llevo dos días.
- ¿pero como te has sentido?
- … pues.. normal. ( ¿que pinche parte de no sé no entiendes? Da igual seguiré haciendo lo mismo, debo de seguir haciendo lo mismo y tu no harás nada para que cambie mi concepto según sea la respuesta, sonza ¿ por qué? Por qué no puedes).
- Ah, mm..
Me cansó no espere a que me dijera otra cosa cuando me fui a la otra esquina a hacerme tonta. Desde allí ella se dio cuenta de que no seria como las lambisconas estúpidas de sus niñitas, que trabajan en departamento de mujeres que se creen la cerecita del pastel, en verdad las veo y me enfadan y yo a ellas, cada que van a comprar agua me ven seriamente, solo dicen gracias y yo estoy agradecida de que no me pregunten, por que leo proceso en vez de tv novelas o algo así.
Y así fue el tiempo hasta que un día mi compañero cabe mencionar que es, torpe, lento, sonso, babea al hablar, tartamudea, es gangoso, cristiano y de mente cerrada con prejuicios adquiridos y bien plantados, y con unos toques gruesos de ignorancia que me sacan bostezos me dijo;
- La otra vez me preguntaron por ti
- Ah…………………………….. ¿si?
- ¡Si!
- ..
- ¿Adivina como me preguntaron?
- ..
- ¿no adivinas?
- No, lo pienso y no. ( la verdad me estaba haciendo tonta)
- Me dijeron ¿y tú amiga emo?
- No soy emo
- Para mi si
- Pues no
- Jaja, no te enojes.
- No me enojo… ¿asi que preguntaron por mi? Soy irresistible
- Si, la cerezita del pastel. (risa burlona)
- Ya lo sé, no se que hacer cuando empiezan a acosarme, ni modo.
me vio serio y se fue.

Y puras cosas asi me han pasado. Asi que próximamente me saldré. Y mi experiencia laboral, debo admitir que me ayudo a entender que verdaderamente soy alguien especial. Y me alegro.

1 comment:

la MaLquEridA said...

Los seres especiales o diferentes no tenemos cabida en ningún lado desgraciadamente.