Estamos en la mañana trabajando con cara sería, pálida, casi inerte ante la rutina diaria que te ha estado devorando, mascando y saboreando volviéndose tú vida el aperitivo diario preferido del hastío, la rutina y el aburrimiento.
Hoy estuve meditando que es casi obvio que nuestros padres hicieron algo en nosotros (mi hermano y yo) que nos hicieron mentalmente, envejecer.
El por sú parte parece un hombre de 40,quizás 45 años, su forma de ver la vida, la tranquilidad y la forma o manejo de sus obstáculos, yo, yo parezco de 35 0 32, mi mejor amiga en el D.F tiene 33, platico riquísimo con mi tía de 44 y no soporto a los universitarios.
No sé sí sea algo malo, pero lo eh notado desde que salí de mi zona de confort..
Voy por la vida buscando aprender o mejorar más, dejando la basca inútil a un lado, aun qué a veces parezca cruel y grosera, estoy agotada de la hipocresía y de buscar caerle bien a la gente, a mí ni me gusta la gente...
Lo único que me preocupa es que aún me divido en la lola y la perdida.. y se nota. Mucho.
Cuando aparece la Lola todo mundo guarda silencio y evita mirarme a los ojos, evita mirar mi rostro sobervio, de perra desgraciada, en cambio cuando me envuelve la perdida, me adoran me buscan eh intenta charlar de lo que sea conmigo, me enternezco fácilmente y adoro el rosa..
Es una cruel broma de mi impulsiva forma de ser.
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