Diario de la perdida.

Justamente hoy me encontraba entre peluches y desazones de la vida bajo el manto taciturno de mi oscura habitación, emparejaba a los peluches de manera acorde a mi nueva pareja y a mi, para hacer una enseñanza a mis amigas paredes acerca de mi nueva felicidad, satisfacerlas acerca de las dudas pendientes que quedaban al finalizar relatos de mi romance que pululaba en las asperezas de mi nuevos y frescos comentarios.
Acalorada por la ausencia prendi el aire acondicionado que parecia una salvaciòn a los ruidos que atravesaban mis ojos , aun que no miraba los sentia y mi retina temblaba llena de temor y anciedad.
el ruido se disperso y las paredes calleron en un sueño gelido lleno de crujidos, el cual prefirieron olvidar y deshacerce de el insomnio que las habia atacado noches anteriores.
Mirando con mis oidos que habia terminado totalmente sola rei por mi ideal generico y me acobije entre libros, peluches, almohadas y dolores lleno de sueños y turbulencias emocionales; era un momento propicio para recordar la noche en el auto en donde prometi que me uniria a tu carne por amor, aun que dentro de mi habia llamas llenas de un deseo que parecia incredulo al decir que era mio, quien podria creer que yo con mi cara de mujercita azorrillada por el mundo y manecitas fragiles, al igual que unas piernas temblorosas que ameritaban la burla de la concurrencia al sentirce fatigada del bullicio, podria desear en sus mas intimas y desconocidas entrañas, arañar la espalda de aquel hombre que 6 meses antes le habia pedido que unieran sus fragiles almas a un fin desconocido pero a un presente romantico, nadie, y es por ello que ni el piso frio del baño sabia que escondia en mi un secreto delicioso y totalmente erotico.
Fue gracias a ese tacto tan improvisado y estupido en mi mente que comenzo aquel juego de caricias, que terminarian en pantaletas rotas y calcetines perdidos; creia que mis senos eran demasiado abstractos aun con el sosten puesto, aun que tu entre suspiros alargados por un vapor bañado en sensualidad decias que eran tersos como melocotones, cambiaste mi ideal acerca de mis piernas perdidas en la oscuridad y envueltas en pantimedias que terminaron en tus manos, te regale su tacto y su feminidad y te envolvi con ellas como buscando la estrangulaciòn a tus pantalones que eludian a lo que tanto habia esperado y a la sublevacion de mis principios; hoy queria arder en llamas mientras afuera de tu auto las hojas se reian del pasto que nunca tocaria el cielo y este a su vez lloraba de angustia y su mediocridad mientras moria de melancolia y se volvia color sepia.
pasaba todo esto en mi cabeza cuando decidiste morder mis labios y sacar de mi mas asqueroso interior algo de coraje que tu buscabas desde hace tiempo, y asi fue como en un segundo el sabor a mi sangre disolviendose en mi boca me lleno de una colera inexplicable y mordi tu cuello y hombros, tus facciones era claramente lo que yo buscaba como venganza; en ese momento el celular toco esa melodia tan trillada a las 11 de la noche, tu ojos se abrieron como almejas hirviendo y tomaste mi celular, no querias que contestara, querias seguir asaltando mi virginidad y mis secretos mas lascivos, lo escondiste entre lo profundo de los asientos viejos de tu auto y pretendiste que esa pausa inoportuna no existio; asi es como descubriste que seguia mi instinto animal de vez en cuando y que al no soportarla tenia que usar simplemente mi imaginaciòn, la soledad no era buena acompañia ante tanta desesperaciòn carnal.
disolviendose la conciencia con los fatigados gemidos tan profundos y movimientos simultaneos que llevaban una sinfonia corporal tan perfecta y placentera, llevados por la suavidad de los labios carnosos y humedos solo por necesidad de hidratacion si alli fue cuando tu tic tic.. picoteaba mi cerebro, habia amanecido de nuevo, y me habia dado cuenta de que otra fantasia me habia impedido dormir y que el amanecer me habia impedido terminar.