Que bonita familia.

Cada día que salgo con mi madre me doy cuenta que menos tenemos en común y que juntas somos un caos para los inocentes que se encuentren a una distancia de 2 metros.

Hoy llegué a su tienda, le comenté que me estaba muriendo de hambre y ella comentó que también deseaba comer así que decidimos ir a un restaurante chino que esta cerca de allí.

Entramos con buen humor, tardamos 15 o 20 minutos para exasperarnos y molestarnos, ella por que dice que no hago otra cosa que criticarla, yo por qué no entiende el sarcasmo, las bromas, mis platicas, mis deseos mis gustos, mis metas, mis comentarios, maldita sea ni siquiera entiende cuando estoy hablando, le digo que me gusta el cielo y me pregunta ¿que tal la escuela?

- No te pintaste bien los labios, tienes una rayita fuera de la línea

- Solo te la llevas criticándome hasta el mesero se da cuenta de lo mal que me tratas parece que me tienes coraje déjame en paz, ¿Por qué me haces esto?

- Es una critica constructiva, a mi me gustaría que me lo dijeran.

- No tengo nada

- Yo me pinto los labios más que tu

- Si pero se ven feos.

- Mamá no seas simple

- Déjame en paz

- ¿Cuánto dura tu menopausia?

Acto seguido me odió más.

No la soporté la odié en ese momento y al salir, me fui caminando sola, ella me gritó que la esperara y la esperé, como siempre, el mundo gira alrededor de ella.

La verdad a mi no me gusta gritar en las calles, ni en los camiones, ni si quiera en los carros de mis amigas apenas que este muy ebria, me parece de mal gusto, y molesto, tosco, y de neandertales.

Le comenté que no me gritara frente a la gente y ella me grito que la dejara en paz y me callara que estaba harta.

Me callé; me pregunto que quería de san Valentín, me callé, me pregunto de nuevo, me callé; era su petición ¿Qué no?, me grito horrible, en ese momento estaba esperando la bofetada campeona de mamá cuando siente que la fuerza, y el poder que se gana con chantajes esta flaqueando, pero no me golpeó.

Pero siguió gritándome, me cambié de acera, ella creyó que la había usado para solo ir a comer, yo solo pensaba que hubiera preferido haber dormido toda la tarde en vez de soportar eso, esperé en la parada del camión y ella siguió su camino, torcí la boca y prometí no perseguirla no caer en su juego de niña mimada, como lo ha reforzado mi hermano a través de los años, como siempre cae en sus redes, no, no lo haré, no lo haré…

Me tembló el labio, pasó el camión y no me pude ir, me cayó una lagrima de los ojos al piso, me cubrí con un folder la cara y fui tras ella con un paso tan pesado como el de un anciano combinado con un godzilla, anciano también. Lo único que pude decir;

Algún día no te seguiré, y seré totalmente libre.