.. del diario de la perdida.

Pero al amanecer una persona no se encuentra en sus exquisitos y perfectos cabales totalmente pero eso no era suficiente para callar al alma que dejaba un timido dolor de cabeza y triste aroma al corazón; bagaba sin rumbo fijo sin darme cuenta que automaticamente mi cuerpo se dirijia al baño para refrescar mis ojos, hinchados por las pesadillas que la noche habia vertido sobre mi, cruel, despiadada y la sigo amando.
sin mofarme de mi estupido tambaleo aparecio mi reflejo pulcro, un tanto engañoso, el vidrio sucio no dejaba de ser orgulloso y borrosas imagenes pero conscientes, mostraba.
yo segui porque austera soy, y me quedare; pensando en tu amor, rojo rojo como cereza dulce, verde verde como arboles frondosos llenos de esperanza.
pasaron horas y horas pero no me quede atras porque suelo luchar contra el tiempo, si diario, lo hago constantemente, eran ya las 2 pm y sin darme cuenta estaba tendida en una de las bancas de aquella plaza enajenada por las sonrisas infantiles, acentos de rancho y olor a comida basura, pero la plaza no me dejaba mezclarme con eso, no, yo era diferente.
Eludir el rechazo no me era suficiente, pero no me dolia, era asqueroso ver pasar a uno que otro ente con espaldas mojadas en su propia grasa, ropa ensopada en sudor, la tremenda rutina lo hacia parecer normal, mas que repulsivo.
me sugestione, ¿porque?, por que, el agua se estanca justamente bajo mi (por ahora) banca, mi territorio, esa agua que me recordaba al espejo perverso que mostraba mi silueta en la mañana de aque ser demacrado, ni las nubes se movian todas querian apreciar la molestia, pero yo no lo pise, entrar al mundo del reflejo para mi era antes divertido, pero en ese momento era de beyacos; asi que simplemente me puse de pie, y removi el horario a la hora de la cena; 6 pm, volver a la mediocre y a final de cuentas mi habitacion que luche por hacerla la decoracion mas propicia para cualquier mugroso visitante que quisiera acompañarme en mi furtiva condolencia de ser yo.

volvamos a mojarnos en la condescendencia de tu mundo soporifero; pero y las quimeras?